El marketing de la muerte - Luis Maram

El marketing de la muerte



Imagina llegar a un panteón y poder visualizar en cada una de las tumbas los recuerdos de quienes han sido enterrados en esos lugares… Para quienes ya vieron The Final Cut, esta no es una escena muy difícil de imaginar; Robin Williams interpreta muy bien el papel hipotético de un editor que convierte la memoria de las personas en películas para su funeral.
Marketing con la muerte
Por interesante o terrorífico que parezca, esta no es una escena que diste mucho de la realidad actualmente, y es que, en España, los memoriales digitales de los difuntos parecen ser el último grito de la moda en los eventos luctuosos.

Por aproximadamente 150 euros, las familias pueden rastrear y compilar en una memoria USB las publicaciones de todos los perfiles que su ser querido haya tenido en la web. El servicio incluye si así se desea la eliminación de las cuentas.

En internet puedes encontrar ya este tipo de servicios, que incluyen desde los ya famosos memoriales en Facebook, donde los familiares pueden elegir si tras el fallecimiento de un usuario quieren eliminar su perfil o que permanezca como memorial; hasta servicios como Legacy Locker y Entrustet, que te permiten incluso heredar tu material.

Pero la moda sepulcral no termina aqui, las joyas grabadas con las huellas dactilares del difunto, los diamantes hechos con fibras capilares, rosas que sustituyen la savia con glicerina para prolongar su tiempo de belleza y hasta la conservación y custodia de material genético, forman parte de las tendencias que permiten a las personas recordar a sus familiares a través de la ciencia.

A este paso, muy pronto el planteamiento de The Final Cut podría ser real y las personas tendrían a su disposición una película en cámara subjetiva de toda nuestra vida. Si así fuera ¿qué podrían ver de ti? ¿Aterrador? Todo se marketea… hasta la muerte [tti link=»Twittea esta frase»]Todo se marketea… hasta la muerte[/tti]

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